Criticario Cinematográfico

Blog de críticas de cine

(!) Spoiler Alert

Dirigida: Terry Gilliam
Guión: Terry Gilliam y Tom Stoppard


Nota: 6,9

Sinopsis

Una especie de ucronía en los años cincuenta muy fantástica en la que un rígido sistema burocrático lo rige todo. Nuestro protagonista es un tipo que hastiado de la realidad se refugia en fantasías relacionadas con una mujer que ve en sus sueños. Cuando un día cree verla en la realidad y descubre que corre peligro, trata de hacer todo lo posible para evitarle todo mal, llegando para ello a oponerse al ministerio para el que trabaja.

Crítica
(!)
 
Sin duda esta cinta me impactó cuando la vi desde los primeros minutos de metraje hasta su inesperado final. Considero su visionado incuestionable por la magnífica la manera en la que se nos sitúa en un extraño y esperpéntico mundo que asombra por su carácter hiperbólico; cómo se nos cuenta una curiosa historia casi propia de un cuento y como se nos dibuja entre líneas la manera de ver la vida a través de los ojos de un hombre que no soporta el mundo en el que vive y cuyo subconsciente le traslada a un lugar mejor. Básicamente es esto último lo que justifica el nombre del film, esa necesidad por escapar del tedio de la realidad, por alcanzar ese lugar de reposo y tranquilidad, ese Brazil…

La interpretación de todos los actores es muy buena y la puesta en escena de todos esos elementos que conforman esta realidad gozan de una originalidad y diseños admirables.

La banda sonora es genial y pese a reducirse casi totalmente a una única canción: Brazil; que instrumentadas de distinta forma y con alteraciones en su temporización no sólo pasa muy desapercibida sino que añade un matiz melodramático muy interesante. Me pareció muy acertado que personajes como Lowry o Tuttle tararen la canción en diferentes partes del film (hasta 3).

Es un complicado y maravilloso trabajo de construcción de un mundo tan excéntrico a base de pequeños detalles y grandes escenas. Destacaría el atentado en el restaurante, todo lo relacionado con el cheque del la esposa del señor Buttle, o la mujer de pie con una sola pierna mientras el resto de pasajeros del vagón están sentados, para comprender hasta qué punto la sociedad se haya completamente deshumanizada.

¿Problema? Ningún problema; todo va bien; estupendamente. Alison esta bien; los niños también; yo estoy en el nivel 5 de seguridad y el señor Helpmann cuenta cada vez más conmigo, ha sido un año muy bueno. Pronto una conversación con Jack, el amigo de Sam, nos revela ese ideal de fachada del que se hacía propaganda en USA: El sueño americano.

Me sorprendo en el extraño placer de interpretar libremente como un guiño al imperio contraataca cuando Lowry descubre su propio rostro tras la máscara del samurai. En realidad, creo que Terry trata de hacernos entender que el verdadero enemigo del protagonista es él mismo por su persistente evasión de la realidad, como si su subconsciente tratara de anticiparle que acabaría por acabar consigo mismo. Pero bueno, ello no quita que pueda también ser un guiño a una película que tras seis años muy probablemente ya se consideraba toda una referencia.

Una escena arto interesante es cuando Lowry pierde las hojas del expediente, pues es uno de esos momentos agobiantes en los que todos estamos sufriendo por ese descontrol de hojas importantes esparcidas por el suelo y llevadas por el viento de manera irrecuperable.

Creo que tenemos una gran cantidad de escenas geniales en este film cada una merecedora de un análisis completo, pues no sólo nos ilustran y nos hacen creíble el mundo, si no que poco a poco nos va dando pinceladas secundarias que añaden verosimilitud al conjunto. Por lo que destacaría que hay montones de detalles, algunos más típicos y otros maravillosamente originales, que tejen el bizarro tapiz sobre el que se asienta la ambientación de este mundo: Los ordenadores con lupa; las cámaras guiadas; las cartas iluminadas; la comida que no es verdadera comida pero que suponemos que tiene su sabor; regalar vales médicos; la mesa compartida por dos despachos adyacentes (también hay una foto, un poquito de un calendario y hasta un mueble de cajones está a la mitad quedando inservible para nadie); el dispensador de oxígeno en plena calle; el perro con la fosa trasera precintada con una x en cinta aislante; cuando Lowry habla con Jack y este se coloca una placa antibalas bajo el traje; el propio personaje de Tuttle…

Muy agradables esas evocaciones al cine clásico: Los hermanos marx, una peli del oeste que no identifico y muy probablemente ni si quera conozca, y Casablanca.


Lo mejor
(!)

Demasiadas cosas, pero como he de poner algo pues me quedo con una frase:
  • Este es su recibo por su marido, y este es mi recibo por su recibo. Huelga todo lo demás.
Lo peor (!)

Bueno…, digamos que hay ciertos detallitos casi inocuos que cabe mencionar:
  • Cuando Laury entra en obtención de información y las puertas se abren solas, la de la izquierda se abre más que la otra y cuando ya están quietas la de la derecha se mueve un poco hasta casi alcanzar la misma apertura en grados que la otra.
  • Las escenas del Samurai están bien disimuladas con planos de escasa duración para que el espectador no perciba la separación que hay entre éste y Lowry y que es utilizada como recurso para engañar con los tamaños. Aun así si uno observa con detenimiento podrá percatarse de ello.
  • Cuando Lowry clava la lanza al samurai no coincide el ángulo de entrada de la escena en las que se representa desde las dos perspectivas (el empalador y el empalado).
  • El ritmo es algo raro pues se hace algo pesada y lenta hacia la mitad del filme y se acelera considerablemente la sucesión de echos hacia el final.

Conclusión y recomendación

Un título indispensable para los amantes de la ciencia ficción, y una película digna de admirar por la originalidad del trabajo conceptual que no por ello deja de contarnos una curiosa, y para mi gusto, emocionante historia.



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